5. La experiencia




La Experiencia Trascendental

5.1 Registros comunes

Pese a que cada cual es diferente, en el mundo interno se dan similitudes que superan aún las condiciones más disímiles. Así lo hemos constatado entre los más de cien partícipes de los diferentes grupos y acá compartimos una síntesis que refleja lo que hemos podido experimentar, lo que todos hemos vivido. No constituye una teoría, sino que nuestro testimonio de lo que reconocemos como experimentado, aunque con distintos grados de precisión e intensidad, por todos nosotros.

Las dificultades se van superando al familiarizarse con la Cámara y dejar de prestarle atención a la posición corporal o a la novedad de la situación de supresión sensorial. Se agradece la posibilidad de avanzar y se van encontrando diversos “peldaños” comunes o registros a los que hemos ido conceptualizando como si se tratara de un Recorrido.

El Propósito: Ya hemos mencionado suficientemente al Propósito, que requiere ser internalizado, registrado con intensidad y como una necesidad. El Propósito es la clave y finalmente será el mismo para todos: entrar a los “espacios profundos”, que se registran “sin tiempo ni espacio”. Entre uno por dónde entre, vamos a dónde mismo.

Luego se van presentando las siguientes fases:

El Relax: ya la sensación de flotar a la misma temperatura de la piel y no contar con estimulación sensorial, resulta muy relajante. Igualmente, profundizar en un relax recorriendo externamente todo el cuerpo, atendiendo luego a las sensaciones internas para distenderlas y concluyendo con un relax mental, es condición previa del trabajo. Si no se logra avanzar más allá, la distensión profunda y calma experimentada, tienen la connotación de una Experiencia de Paz muy completa.

El Vacío: Va desde la quietud cercana al trance, a una experiencia de “nirvana” en una insondable vacuidad absoluta. La “nada” gana terreno, se va ampliando, profundizando, se intensifica más y más. Los propios actos mentales se instalan en esa suerte de infinita oscuridad, abandonándose en ella, reposando allí, se vacían las representaciones, no hay cotejo ni memoria. Invade una especie de sopor, olvido, disolución o no existencia. La “nada”, que no es la nada… es lo único presente.

El Doble: En ese infinito vacío, poco a poco se comienza a manifestar la Fuerza. Energía luminosa que circula ganando intensidad. La presencia de la Fuerza toma potencia y deviene en fenómenos energéticos-lumínicos extremadamente intensos que se experimentan como totalizadores. Pueden concentrarse o difundirse, tomando al cuerpo como sillar o desdoblándose parcial y hasta totalmente. Hay quienes han experimentado proyecciones importantes. En todo caso, se vigoriza la mente y el cuerpo. En caso de concluir la experiencia aquí, se siente un profundo bienestar. Pero si se sostiene la potencia energética y se la concentra en la cúspide, se pasa a otro espacio lleno de significados.

El Centro Luminoso: se puede ser “succionado” hacia él o registrar que “se ha pasado” hacia un Centro donde está todo. Allí se da una profunda experiencia de reconocimiento. Se lo experimenta como la más alta manifestación de la Luz Original, del Ser Eterno.

Conciencia Separada: se advierte, indirectamente, que ese Centro tiene sus propios ciclos de introyección y proyección, que atraen y expulsan. Se la reconoce como la Ciudad Escondida, que existe por su propia naturaleza. Se devela como el Centro hacia el cual se orientan todas las búsquedas místicas, lo más Sagrado, la ciudad de los significados, de lo eterno. Como aquello que da amparo.

Concluida la sesión, habitualmente se presentan registros de agradecimiento, bondad, amor y compasión, así como un creciente sentimiento religioso que tiende a cobrar vida en lo cotidiano y a expresar esa nueva certeza de lo Trascendente.

5.2 El recorrido

Veamos de precisar y complementar estas fases o peldaños que ya enunciamos y dimos una primera definición en los párrafos anteriores.

Si hemos logrado la entrada por medio de la desestabilización, esto permite ir filiando registros que son una suerte de pasos posibles de evocar que van marcando un Recorrido, especie de huellas grabadas, experiencias internas que ya están en memoria y pueden ser conceptualizadas de forma esencial, desprovistas de lo personal, más bien de modo intersubjetivo, que sirvan para trabajos futuros en Cámara y no sólo en esa situación. Es una forma de nuclear ciertas experiencias para conceptualizarlas y definir “peldaños o escalones”, no es para armar ninguna teoría.

Este Recorrido consta de 4 partes: el Vacío, la Energía del Doble, el Centro Luminoso y la Conciencia Separada, entendiendo esta última como una dirección existente en todo.

El Vacío, es como un silencio absoluto, como el “punto cero” que describe J. Lilly, vale la pena pasar por esto, quedarse allí y grabarlo bien porque es este Vacío el que permite luego llegar a la energía con mayor potencia. En parte el Vacío se produce también a partir de la desaparición de las sensaciones del cuerpo. Es fundamental porque ahí empieza la “fusión”, la pérdida de referencia entre lo interno y externo. También pueden empezar las alucinaciones, que son indicadores de que se están perdiendo referencias. Ya en este nivel, la racionalidad se perdió.

Después viene un fenómeno energético que a veces es más localizado o más difundido, pero en general, se encuentra en el cuerpo. Es una energetización, electrificación, surgen fenómenos luminosos, destellos, luces y van aumentando, como suertes de oleadas, con su ritmo y van creciendo, en densidades mayores, y uno se mantiene en eso, sólo en esto, y lo va siguiendo.

Entonces puedes encontrar la fuente de donde viene esta energía, que a veces es tan potente que produce resistencias.

Pero si estamos ya fundidos y no hay ni interno ni externo, aparece el Centro, y este centro no es sólo luz o energía, es mucho más. Es la fuente de vida, la fuente de todo, de allí viene todo y ahí se producen experiencias de reconocimiento, experiencias noéticas puras. Profundizando, la experiencia se traduce como comprensiones, ascenso de comprensión en comprensión, pero fundamentalmente se experimenta como el origen y fin de todo, es un estado de reconocimiento puro.

Se entra en otro estadio que es pura intencionalidad, significados, es el Universo mismo que vive.

Es un registro de algo consciente y separado de nosotros, otro fenómeno, un “ente”, algo que existe y es universal, particular y universal al mismo tiempo, es como un punto donde todo existe, todo, no hay más que esto, y este punto a su vez es tan concentrado y tan universal al mismo tiempo, es muy ambiguo e inasible. Se manifiesta como el Sentido de todo o el Plan.

Bien, este Recorrido permite grabar los pasos para acceder a esta experiencia. Se pueden tener distintas intuiciones, traducciones, formas de interpretar, pero en definitiva es como el Tao, todo está ahí, es una experiencia totalizadora.

Descubrir el Recorrido fue muy importante, quizás de lo más importante de nuestra experimentación, por su carácter intersubjetivo. Surgió tratando de agrupar y nuclear las varias experiencias que estaban dándose en las distintas sesiones de trabajo, y con el tiempo se fue confirmando, precisando e incorporando hasta que advertimos que en el camino hacia el real despertar se va procesando de esta manera.

Hay una estrecha relación entre el Recorrido y lo descrito por Silo en La Mirada Interna, escrito que es de interés tener a mano durante los retiros con CSS.

5.3 La consolidación del Doble

A partir de la filiación del Recorrido se puede investigar el desarrollo del Doble. Ya es un gran avance poder conceptualizar la experiencia energética y comenzar a estructurarla como se señala en La Mirada Interna, es decir, como Doble. Pero se puede avanzar más, viendo lo que pasa con el Doble cuando se produce el impacto con esta energía consciente, y se va entrando en otro tipo de cosas que tienen relación con lo que dice en La Mirada Interna respecto de que “a partir del contacto con el Centro Luminoso es posible la consolidación del Doble”.

Aprendiendo a “llegar” al Centro Luminoso, empieza lo que podríamos llamar el desarrollo del Espíritu, o consolidación del Doble.

Luego volvemos al mundo, volvemos porque este espíritu que se está construyendo no es algo sólo para el más allá, es también algo para el más acá, pero sobre todo es algo para hoy. Esta es la pretensión de la mística. Las religiones tienden más a prometer paraísos y consuelo a partir de una esperanza de salvación futura, en cambio, la mística busca la Experiencia Trascendental en esta vida y adecua por tanto el estilo de vida personal a las consecuencias de esa experiencia.

Tenemos una Ascesis que se configura para algo ahora, no es únicamente un prepararse, no es sólo para cuando uno se muera, no sólo.

El crecimiento del Espíritu es algo que se construye con registros claros, no se trata de un aforismo, son registros precisos que aparecen en un orden preciso de experiencias. Es la consecuencia del contacto con el Centro Luminoso, esta Luz que alimenta al Doble, que se desarrolla y va adquiriendo otro espesor, otra densidad que se registra como un áurea periférica y/o externa, pero sobre todo va tomando una suerte de conciencia. Se va despertando y desarrollando.

El Doble en su naturaleza depende del cuerpo. Tiene su espesor y densidad energética que en el proceso de contacto con el Centro Luminoso va cambiando. El Guía Interno es una manifestación del mismo fenómeno, es el Doble alegorizado y como imagen lleva en sí algo que va tomando conciencia y autonomía. Parece que existiera una memoria propia del Doble. En los fenómenos de desdoblamiento hay un A y un B, cuerpo y Doble. El Doble, cuando es encontrado por la mirada, cuando se hace consciente, cambia su naturaleza. Estos son todos temas que se van encontrando en base a hipótesis y respuestas en las experiencias conjuntas que llevamos adelante en nuestras experimentaciones.

En el desarrollo del Doble se da una circulación distinta de la energía, se hace más externa y periférica respecto del cuerpo, se registra como un aura que rodea al cuerpo, cuyo centro se manifiesta en el corazón donde se registra en conexión directa con el Centro Luminoso, produciendo además una resonancia con la cúspide.

Hay mucho que se puede investigar, pero estos desarrollos no son posibles sin un claro y consciente contacto que vaya desarrollando la experiencia del Centro Luminoso y cotejando con los demás al trabajar en grupo.

5.4 Casos particulares

5.4.1 Alucinaciones

Fuera de cámara y no únicamente dentro de la sesión, también se pueden padecer diferentes manifestaciones de alucinaciones, seguramente compensatorias de la supresión sensorial producidas por el aparato de percepción (ver Error de los sentidos, representación, alucinación en Apuntes de psicología de Silo). De hecho, un sujeto da testimonio de tres diferentes tipos de ellas que se manifestaron posteriormente. La primera de tipo auditivo, la segunda olfativa y la última de estructura táctil y auditiva, en todos los casos con irrupción de supuestos “estímulos” que puede corroborarse que no existieron.

Tomamos nota de las alucinaciones y las vamos detectando, sin convertirlas en el centro de nuestra atención.

5.4.2 Preguntas

Al des-estructurarse la conciencia y en el esfuerzo por asimilar las nuevas experiencias vividas, las creencias habituales muchas veces no logran sostener el quehacer de la propia conducta y surgen preguntas existenciales que, aparentemente, estaban resueltas: ¿Quién soy realmente? ¿Qué hacer con todo esto? Surge la necesidad de hacerse cargo y dar nuevos significados a la propia existencia, compartir con otros pero sobretodo plasmar la fuerza de la intención evolutiva trascendente con la que se ha entrado en contacto. A veces surgen suertes de imperativos místicos o la disposición a colaborar en la transformación de los paradigmas epocales. Se advierte la necesidad de alinear en una misma dirección al destino personal y la transformación social, comprendiendo que el plano de lo mundano no está separado –sino por el contrario– es parte de una misma estructura que aquel espiritual. Así mismo se registra a menudo la necesidad de que los propios proyectos cambien de escala y superen los límites de la muerte física. Ese “más allá” se presenta una y otra vez, como preguntas, reminiscencias, efímeros recuerdos o en sueños.

5.4.3 Algunas dificultades

  • Hay dificultades que se han dado por falta de preparación. Tal es el caso de quienes se organizaron en conjunto para estudiar los materiales, en reuniones a las que asistieron algunos miembros con regularidad pero otros no y costó esfuerzo configurar grupos definitivos, sin que se hubiese logrado una mínima cohesión entre los participantes. A lo largo de los retiros no se pudo producir la atmósfera necesaria a la compenetración, cercanía, soltura y el interés especial que mantiene el grupo en una misma sintonía y en tema.
  • También ha sucedido que al no haber ingresado a una CSS previamente, unas pocas personas han registrado problemas al trabajar flotando de espaldas y con la cámara cerrada y si bien han de alguna manera sorteado la dificultad, conviene insistir en esta recomendación.
  • Las visitas de personas ajenas al trabajo a cualquiera de los retiros, aunque se trate de conocidos, gente querida y se queden por corto tiempo, rompen la dinámica del equipo.
  • Oídos: Quien por despiste realice la sesión sin tapones en los oídos, corre el riesgo de que entre el agua y en breve registre molestias. Es necesario ponerse de inmediato gotas para paliar una posible inflamación y, si no mejora, ir al Centro de Salud más cercano para diagnóstico de un especialista. Hay quienes han padecido de fuertes inflamaciones en ambos oídos, que pueden derivar en infecciones, por lo que resulta indispensable suspender las inmersiones. También se dio un caso en que se desubicaron los otolitos, produciéndose fuertes mareos. Hubo que seguir el tratamiento médico y guardar reposo postural durante 15 días. Los oídos resultan ser el punto más débil y que necesita una atención particular, recomendándose siempre reiterar las indicaciones para el uso de los tapones, el secado posterior y las gotas preventivas.

5.5 Comprensiones

5.5.1 La auto-censura

Para avanzar, es necesario prescindir de la propia auto-censura que impide asumir realidades internas evidentes, con las que además se va encontrando todo el que busca y medita con humildad.

El bloqueo de posibilidades de experiencias fundamentales que se da con el mecanismo de la auto-censura o incluso de la hipnosis negativa, va descartando las anomalías sin atenderlas o compensándolas con contra-anomalías del mismo tipo y no hace otra cosa que mantener al psiquismo en la misma zona que le resulta confortable y conocida, de ilusorios paisajes que no ponen en cuestión aquello que se da por cierto.

Luego de experiencias confirmativas, de la reiteración de los mismos registros más que evidentes, no queda más que descartar esa resistencia impuesta por la racionalidad, que opera simplemente como un gran impedimento al despliegue de las nuevas realidades internas.

5.5.2 Los niveles de conciencia

En el Recorrido se transita desde una vigilia inicial, pasando por el trance del Vacío, al semi-sueño pasivo en el que se percibe la energía del Doble; la Fuerza eleva el nivel de conciencia y si se concentra en la cúspide se instala un estado de plena conciencia de sí, para ir desde allí al Centro Luminoso y experimentar un nivel muy lúcido en el que priman las comprensiones, reconocimientos y revelaciones. Luego de ello y al ir terminando la experiencia, se desciende a un nivel cercano al sueño, caracterizado por el agotamiento físico y el silencio de imágenes.

5.5.3 Los Sueños

A las sesiones de trabajo les acompañan sueños que buscan integrar la situación de privación sensorial que resulta desestabilizante para la conciencia, así como los registros que van apareciendo repetidamente. La anotación de las secuencias oníricas, el relato a los demás partícipes a la mañana, la atención a los contenidos y sus climas, va sirviendo de testigos de este proceso extraordinario en el que se abren nuevos espacios con mucha significación y belleza plástica.

5.5.4 Asumir el tema del Doble

Aunque Silo en La Mirada Interna lo señale con tanta claridad, no resulta fácil asumir, por ejemplo, que uno tiene un Doble, que los demás también, que todo lo vivo está organizado en base a un campo energético y que esa energía tiene conexión con el Centro Luminoso. Si solamente uno pudiera incorporar plenamente esta experiencia, cambiaría sin duda el modo en que trata a los demás, por la conciencia plena que tendría de la interacción energética que se da, así como de la conexión que tiene todo lo existente con el Centro Luminoso.

Esta experiencia energética de interacción entre todos, sería suficiente para producir el registro de repulsión ante cualquier forma de violencia. Bastaría con incorporar la experiencia que nos entrega el registro luminoso del Doble para que fuéramos incapaces de ejercer ninguna forma de violencia o de discriminación sobre otro ser vivo.

5.5.5 La Trascendencia

Con las experiencias realizadas en CSS resulta evidente la orientación hacia el Centro Luminoso posterior a la muerte y ello es capaz de dar un nuevo Sentido a la existencia, no solamente a la propia vida, sino a la de todos y cada uno. Nos pone frente a la evidencia de que la vida no termina con la muerte. Eso nos coloca en situación de ayudar a otros, a muchos otros y de colaborar para que la humanidad siga avanzando en sentido evolutivo y dirección trascendente.

Gracias a estas experiencias comprendemos que vamos formando memoria trascendente, tal como acotó Silo en algún momento: ¡Quien muere antes de morir, no morirá jamás!

El Vacío es lo primero que encontramos en nuestro proceso posterior a esta forma de existencia, es “la otra orilla”, la inmaterialidad propia de la desestructuración del cuerpo y del Yo. La muerte no existe, llegamos a un estado inmaterial y trascendente cuando las funciones del cuerpo y del Yo han cesado. Allí no hay ni dolor ni sufrimiento, hay sólo existencia energética y la posibilidad de evolución espiritual.

5.5..6 El Centro Luminoso

Indirectamente se puede advertir que el Centro Luminoso tiene una doble dirección, simultáneamente introyectiva y proyectiva. Es una suerte de paradoja: el Centro Luminoso expulsa desde su interior centrifugamente y sólo se puede permanecer allí por acción del Propósito que opera desde la copresencia. Su fuerza creadora es enorme, genera pertenencia y amparo en la Bondad y el Amor, que dan origen a todo lo existente. En la Ciudad Escondida se encuentran las intenciones creativas desde donde se despliegan las múltiples formas de lo viviente. Comprender eso y sentirse parte de lo luminoso, nos hace ponernos en disponibilidad, intentar estar en resonancia y al servicio de la Luz.

Algunos de los atributos del Centro Luminoso que se pueden aprehender son:

1. Lo atemporal: constatamos que en la suspensión de los actos de conciencia deja de establecerse la relación acto-objeto y por ende deja de registrarse la temporalidad así como la espacialidad. Es esa suspensión de la relación acto-objeto la que también explica la carencia de lenguaje.
2. La Luz: traducción visual de la enorme energía movilizada en el más alto nivel del espacio de representación.
3. Los ciclos de la creación en una suerte de Plan, de ritmo que hace la vida, de pulsaciones introyectivas y proyectivas: una muy sutil y leve cenestesia que indica esos pulsos y ritmos de la vida.
4. La energía: presente y fuertemente movilizada.
5. Todo lo existente. Es una experiencia abarcante y totalizadora. Es contundente en su inmensidad. Lo Inmortal y trascendente a todo lo viviente.